Ayer tuve una de eso días locos donde contrate mi servicio de mensajería.
Y me conto su historia... parte así
Era otra fría mañana mientras me dirigía
hacia el punto de encuentro, una bolsa negra, como siempre, me esperaba para
que la recogiera, pero el contacto no se veía en ningún lugar, debió de haber
tenido prisa, así que lo dejé pasar, recogí el negro paquete y tomé rumbo a mi
objetivo, tercer piso, habitación 306, nadie responde a mi llamado, cuando
estaba a punto de tocar, observo la puerta entreabierta, sin rodeos entro para
encontrar una habitación vacía, me sorprende no haber encontrado una nota o rastros
de que el señor Carreño haya siquiera
habitado el lugar, me acerco a conserjería a preguntar, pero solo me encuentro
con el televisor de seguridad a medio descomponer mostrando paredes vacías –
debe de haber ido a comprar un café – me dije, así que decidí subir a
administración a preguntar por mi objetivo - ¡señor Carreño?, lo sentimos, pero
debe de haberse equivocado de dirección, esa habitación se encuentra vacía
desde hace años – sorprendido ante tal respuesta salí a revisar el número del
edificio – 665, no hay duda de que este es el lugar, ¿qué pasa aquí? – dije en
voz alta sin pensar en la gente a mi alrededor, busco el número de mi contacto,
no responde así que decido ir a la habitación nuevamente a revisar, una vez
llego me percato de que la pared opuesta a la puerta tiene un extraño patrón craquelado,
como si hubiesen sacado el linóleo y vuelto a poner de manera apresurad, reviso
que nadie observa y decido acercarme a ver el porqué, tras sacar el linóleo,
que había sido cortado de antemano, encuentro una pequeña caja en un agujero,
dudo, pero la abro y, para mi sorpresa en su interior se encuentra una pequeña
llave con una punta cónica, buscándole una lógica al porqué y para qué, me doy
cuenta que la puerta tiene un pequeño orificio bajo la manilla, me pareció
extraño, pero de todas formas lo intenté, en cuanto la llave entra y la hago
girar un click suena detrás de mí, anonadado, veo como una puerta se forma de
la nada junto al linóleo craquelado, con temor pero decidido a descubrir el
misterio, me acerco y abro la puerta – llega tarde caballero, la hora de
entrega era hace veinte minutos y mi café ya se a enfriado, espero me hagan un
descuento por esto – dice el señor Carreño cómodamente desde su escritorio, sin
comprender que pasa me acerco y entrego el paquete – por favor, no se olvide de
cerrar bien – dice mientras me doy la vuelta, me devuelvo en mis pasos y una
vez guardo la llave, mi teléfono suena, es mi contacto – disculpa por no
responder, había interferencia, te fue bien en la entrega supongo? – me pregunta
como si nada – llegue tarde, de todas maneras pudiste dejar una nota de como
demonios llegar – digo tratando de mantener la compostura – lo siento, pero
esas fueron las instrucciones, tu próxima entrega está por llegar, prepárate –
sorprendido, salgo para ir a mi punto de encuentro, nunca pensé que ser repartidor
para entidades fuera tan cansador…

Los Creditos para esta historia son para mi estimado mensajero.
Saludos perdidos por hoy.
Pd. Se viene la contra historia de el porque los textos no eran respondidos.