Erase un vez, un cepillo de dientes con callado, timido pasando desapercido, el era nuevo en el recinto y como pajarito nuevo debía adaptarse y no quejarse por las condiciones. Ahí se encontraban dos coquetas cepillas que eran duenas y señoras del vaso donde estaban todos los días para hacer su primordial tarea lavar los dientes de sus amos.
Pero el no sabía que sería tan duro ser el nuevo, cada vez que podrían lo acorralaban a la esquina y se ponían por delante de el. Hasta que llega su dueño y lo ve ahí todo acorralado y dice que paso aquí (en su mente claro), lo uso y se fue pensando en su estaría bien o no.
Cuando se cerraba la puerta del baño nadie sabia lo que ocurria en realidad, y no es lo que se veía el cepillo de diente callado solo se quedaba ahí en un rincón por timidez pero el realidad no le hacían nada más que compañía. Y el observaba la situación díaria. Las coquetas cepillas en cambio eran muy parlanchinas y hablaban todo el tiempo hasta que alguien volvía a abria la puerta y todo volvían a ser inertes.
Pasarón varios días y cepillo estaba sin ver a su amo de pronto llego. Amo dijo mm este crecíio ahora esta todo estirado y no acorralado. No sabía nada que conquisto a las cepillas y ahora era el rey..
Manito ahora te puedes quedar tranquilo tu cepillo esta a salvo y es un coqueto.
Encontré muy entretenida esta foto tu cepilllo se irá al lado oscuro? talvez? porque no?
Cambio y fuera por hoy.
PD: cuidense de los cepillos traviesos los
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